Friday, May 25, 2007

Una buena noticia

En la primera plana de la edición impresa del periódico El Universal del día de hoy aparecen los siguientes encabezados:

Ni un paso atrás en labor del ejército: Calderón

Deja corte en el limbo a COFETEL

Deportes: Águilas y Tuzos listos para la final.

Soslayan estados con más delitos contra la salud

PEMEX frena elaboración de atlas de riesgos del DF, acusan

Ven corrupción judicial 80% de mexicanos: TI

México quedó fuera de órbita

Los tigres del norte, en dueto con Korn

Comparte tus fotos de las ‘misses’

Descalifican a Chávez (pero no a este Chávez)

Coincidencias partidistas. Los ocho partidos cumplieron con el compromiso de entregar sus proyectos. Aquí, algunas propuestas comunes.


Yo veo en esto una muy buena noticia que no está relacionada con la restitución, por la suprema corte, del limbo clausurado por la iglesia católica hace unos días.

Y la buena noticia está en el transcurrir del día 24 de Mayo de 2007 sin que se hayan cumplido la predicción de Minik Zek Balam, el querido amigo del tipo que, crédulo o mentiroso, ha estado difundiendo un correo electrónico en el que predice que el 24 de Mayo de este año habría un terremoto bastante significativo en la Ciudad de México (me enteré por medio de Héctor Coronado del blog Libre Pensar). Esto es una buena noticia porque un fuerte terremoto en la Ciudad de México significa muerte y destrucción. Pero además porque tenemos el registro escrito de una mentira difundida tramposamente. Es cierto que hubo un sismo un día antes, pero no fue en la Ciudad de México ni fue significativo. Claro que habrá quienes consideren que el sismo del Golfo de México representa, en cierta forma, el cumplimiento de la predicción. Pero eso ya es estirar la liga. En ese caso la predicción debería haber sido “alrededor del 24 de Mayo de 2007 habrá un sismo en algunos lugares de México que al menos será de carácter moderado”.

El correo que ha estado circulando indica que el mismo hombre sabio predijo el terremoto de 1985, pero que ningún medio, con excepción del periódico “El Universal” quiso publicar la nota, sin embargo en otra nota de ese diario se menciona que .”..Los reporteros más viejos de este diario no recuerdan que se haya publicado nunca cosa semejante”. No hay registro de eso, pero hoy sabemos que se hizo una predicción catastrófica y no pasó nada. El mismo periódico publicó hace unos días una entrevista al jefe del servicio sismológico nacional, Carlos Valdés, en la que éste explica que “aun con los avances de la ciencia, todavía no existe un sistema que pueda realizar predicciones sísmicas con más de 50 segundos de anticipación”.

La parte más divertida, por ingenua, del correo electrónico que circuló es el referente al método matemático preciso procedente de la tradición maya con el cual es posible predecir los terremotos ¿A qué se le puede llamar un método preciso? No sé que sea un método preciso para el señor Zek Balam, pero yo esperaría que para que el método tuviera alguna validez, debería tener correspondencia con la realidad y hoy se demuestra que tal correspondencia no existe, sin importar si se expresa que el método sea de origen maya o chichimeca.

Referencias:

Nota en el sitio del SERVICIO SISMOLÓGICO NACIONAL en la que se desmiente que el rumor tenga alguna validez. Ahí se menciona que el correo indica que el sismo se predice para el 24 ó 25 de Mayo.

Si alguien conoce el preciso método matemático que menciona el correo, sería bueno que confrontara los cálculos con la información de la base de datos.

Aquí está la predicción que sí se cumplió.

Los terremotos sí han ocurrido y pueden ocurrir en cualquier momento y, con diferentes probabilidades, en cualquier lugar del planeta.

Actualización 26-Mayo-2007: Pasó el 25 y tampoco hubo terremoto. Recomiendo la lectura del post Patrañas seudomayas del blog El retorno de los charlatanes.

Saturday, May 12, 2007

Mutación memética

Desde hace meses circula en la blogósfera un grupo de microorganismos denominados Memes, los cuales tienen el mismo nombre que los memes definidos por Richard Dawkins como las unidades de transmisión cultural, en analogía al concepto de genes, como unidades de transmisión biológica. Pero los memes del ambiente bloguero son algo parecido a las cadenas de correo electrónico (o del correo físico en aquella lejana era del papel como vehículo fundamental para la transmisión del pensamiento). Recibes la invitación, ejecutas una acción y pasas la invitación a otros.

En este caso yo he recibido la invitación a memear, bloguerísticamente hablando y por orden de invitación, de Zalakain, Mafalda, Pereque y Kix. A quienes mi desidia agradece la mención. El meme, según la definición de Dawkins muta de hecho. El meme bloguero también puede mutar, ya que, tal como lo definió Zalakain, consistía en: Abrir por la página 123 el libro más cercano, ir a la línea 5, a partir de ella, copiar en el blog las tres frases que la siguen, poner el autor y el título y, pasarlo a tres personas. En términos generales las otras tres invitaciones sólo hablan de transcribir la página 123 completa y pasarlo a 4 blogueros.

Si el objetivo del meme es despertar la curiosidad sobre diferentes libros, lo de transcribir la página 123 me parece mejor que lo de copiar tres frases. Sin embargo yo me voy a tomar la libertad de modificar un poco los términos del meme por dos razones: (1) que ya casi todos los blogueros a quienes conozco lo han contestado, lo cual me deja en desventaja para transmitirlo y (2) que creo que se puede hacer un poco más interesante especificando que:

- Se escoja cualquier libro que se haya leído recientemente y
- Se transcriba el cualquier pasaje que se considere más interesante.


El libro que escojo es Forastero en tierra extraña de Robert A. Heinlein. Los pasajes que escogí son un poco extensos, pero me parece que son interesantes. Para facilitar la lectura voy a marcar en negritas las frases que más me gustaron.

Pasaje 1, en algún lugar del capítulo 29

Ella volvió al piso un día y encontró a Mike sentado, no en trance sino sin hacer nada, y rodeado de libros, muchos libros: el Talmud, el Kama-Sutra, varias versiones de la Biblia, el Libro de los Muertos, el Libro de los Mormones, el precioso ejemplar de Patty de la Nueva Revelación, diversos apócrifos, el Corán, La Rama Dorada –versión no resumida–, El Camino, Ciencia y Salud con la Llave a las Escrituras, los escritos sagrados de una docena de otras religiones mayores y menores…, incluso desviaciones tan extrañas como el Libro de la Ley de Crowley.
–¿Te ocurre algo, querido?
–Jill, no asimilo… –agitó la mano hacia los libros.
–(La espera, Michael. Se impone la espera hasta que llegue la plenitud)
–No creo que la espera la llene nunca. Oh, sé dónde está el fallo: no soy realmente un hombre. Soy marciano…, un marciano en un cuerpo deforme.
–Para mí eres un hombre más que completo, querido…, y adoro la forma que tiene tu cuerpo.
–Oh, tú asimilas de qué estoy hablando. No asimilo a la gente. No comprendo esta multiplicidad de religiones. Mira, entre mi pueblo…
–¿Tu pueblo, Mike?
–Lo siento. Debí decir que, entre los marcianos, sólo existe una religión… y no es una fe, sino una certidumbre. La asimilas. «¡Tú eres Dios!».
–Sí –asintió ella–. Lo asimilo en marciano. Pero ya sabes, queridísimo, que eso no significa lo mismo en inglés…, o en ninguna otra lengua humana. No sé por qué.
–Hum. En Marte, cuando necesitamos saber algo, cualquier cosa, preguntamos a los Ancianos, y la respuesta nunca es errónea. Jill, ¿es posible que los humanos no tengamos «Ancianos»? No me refiero a las almas, esto se da por sentado. Cuando nosotros nos descorporizamos, morimos. Cuando nos quedamos muertos…, ¿morimos de un modo total y no queda nada? ¿Vivimos en la ignorancia porque eso no importa? ¿Porque desaparecemos sin dejar ningún rastro detrás, en un espacio de tiempo tan breve que cualquier marciano lo utilizaría para una larga contemplación? Dímelo, Jill. Tú eres humana.
Ella sonrió con serena tranquilidad.
–Tú mismo me lo has dicho. Tú me has enseñado a conocer la eternidad, y no puedes arrebatarme ese conocimiento, nunca. No puedes morir, Mike; lo único que puedes hacer es descorporizarte.
Se señaló a sí misma con ambas manos.
–Este cuerpo que me has enseñado a ver a través de tus ojos, y que has amado tan bien, desaparecerá algún día. Pero yo no desapareceré: ¡soy lo que soy! Tú eres Dios y yo soy Dios y nosotros somos Dios, eternamente. No estoy segura de adonde iré a parar, ni de si recordaré que hubo un tiempo en que fui Jill Boardman, la muchacha que se consideraba feliz manoseando instrumental médico y que fue igualmente feliz meneando su cuerpo en las tablas bajo los brillantes focos. Siempre me ha gustado este cuerpo…
Con el más desacostumbrado gesto de impaciencia, Mike hizo desaparecer las ropas de Jill.
–Gracias, querido –dijo ella en voz baja, sin moverse de donde estaba sentada–. Siempre ha sido un cuerpo estupendo para mí, y para ti…, para los dos. Pero confío en no perderlo cuando haya terminado con él. Espero que te lo comas cuando me descorporice.
–Oh, te comeré, puedes estar segura…, a menos que me descorporice yo antes.
–No creo que pase eso. Con tu dominio mucho mayor sobre ese adorable cuerpo, sospecho que puedes vivir varios siglos. A menos que decidas descorporizarte antes.
–Podría hacerlo. Pero no ahora. Jill, lo he intentado una y otra vez. ¿A cuántas iglesias hemos asistido?
–A todas las que hay en San Francisco, de todo tipo, creo… Excepto las más pequeñas y secretas, que no están listadas en ninguna parte. No recuerdo cuántas veces hemos asistido a los servicios de buscadores.
–Eso sólo fue para reconfortar a Patty. Yo no volvería nunca más, si tú no estuvieses segura de que ella lo necesita para saber que no hemos abandonado.
–Lo necesita. No podemos mentirle; tú no sabes hacerlo y yo no puedo engañar a Patty.
–En realidad –admitió él–, los fosteritas son muchos más de los que había creído. Todos retorcidos, por supuesto. En realidad andan torpemente a tientas, como hacía yo cuando estábamos en la feria. Y nunca corrigen sus errores por culpa de esto… –hizo que el libro de Patty se alzara en el aire–, que en su mayor parte no es más que basura.
–Sí, pero Patty no lo ve. Está envuelta en su propia inocencia. Ella es Dios, y obra en consecuencia; sólo que no sabe que lo es.
–Así es –asintió él–. Ésa es nuestra Patty. Lo cree sólo cuando yo se lo digo, con el énfasis adecuado. Pero, Jill, hay otros sitios donde mirar. La ciencia, por ejemplo. A mí, mientras estaba aún en el nido, me enseñaron más acerca de cómo fue ensamblado el universo físico de lo que han averiguado hasta la fecha los científicos humanos. Sé tanto de eso, que ni siquiera puedo hablar con ellos sobre el asunto. Ni siquiera puedo hablarles de algo tan elemental como la levitación. No trato de menospreciar a los científicos… Hacen lo que deben y se orientan hacia el camino correcto; asimilo por completo eso. Pero lo que están tratando de descubrir no es lo que yo ando buscando, ¿entiendes? Uno no asimila un desierto contando sus granos de arena.
»Luego está la filosofía, que se supone que es capaz de abarcarlo todo. ¿Lo hace? Todo filósofo que aparece con algo es exactamente porque ha tropezado con ello…, excepto los que se engañan a sí mismos, demostrando sus suposiciones a través de sus conclusiones, en un círculo. Como Kant. Como muchos otros que se muerden la cola. Así que la respuesta, si la hay, debería estar aquí.
Agitó la mano hacia el montón de libros religiosos.
–Sólo que no está. Trozos y fragmentos que parecen verídicos, pero nunca un esquema global…, y si hay un esquema, cada vez, sin excepción, te piden que la parte más difícil la suplas con la fe. ¡Fe! ¡Qué sucio monosílabo! Jill, ¿por qué no lo mencionaste cuando me enseñabas la relación de palabras breves que no deben ser usadas en compañía de personas educadas?
Ella sonrió.
–Mike, acabas de hacer un chiste.

–No tenía intención de que fuera un chiste, y no le veo la gracia tampoco. Jill, no he sido bueno para ti…, tú solías reírte. No dejabas de reír y sonreír hasta que yo te traspasé mis preocupaciones. Yo no he aprendido a reír; tú en cambio has olvidado cómo hacerlo. En vez de transformarme yo paulatinamente en humano, has sido tú la que has empezado a convertirte en marciana.
–Soy feliz, querido. Probablemente tú no me has visto reírme.


Pasaje 2: Éste está en el capítulo 30, al inicio de la cuarta parte y es mi favorito.

–.... ¡Hola Ben! ¿Qué va a tomar?
–Nada, a esta hora temprana del día sólo me hace falta su mala influencia profesional. Necesito hablar con usted, Jubal.
–Ya lo está haciendo. Dorcas, trae a Ben un vaso de leche caliente; está enfermo.
–Sin mucha soda –corrigió Caxton–, y la leche de esa botella con los tres hoyuelos. Una charla en privado, Jubal.
–Muy bien, subamos a mi estudio…, aunque si se cree capaz de ocultar algo a los chicos de aquí, hágame saber su método.
Después de que Ben terminase de saludar adecuadamente a los miembros de la familia –y sin miedo al intercambio de microbios en tres de los casos–, se dirigieron escaleras arriba.
–¿Qué es esto? –dijo Ben–. ¿Me he perdido?
–Oh, así que no había visto las reformas, ¿eh? Una nueva ala al norte, lo cual nos da dos habitaciones y otro baño en la planta baja…, y aquí arriba mi galería.
–¡Hay suficientes estatuas para llenar un cementerio!
–Por favor, Ben. Estatua es lo que se erige a los políticos fallecidos en las esquinas de los bulevares. Esto que ve son «esculturas». Y, por favor, hable en tonos bajos y reverentes si no quiere que me ponga violento…, porque aquí tenemos réplicas exactas de algunas de las esculturas más maravillosas que este asqueroso planeta ha producido.
–Bueno, esa cosa horrible creo haberla visto antes, pero…, ¿cuándo adquirió el resto de todo este lastre?

Jubal le ignoró y le habló con suavidad a la copia de La bella Heaulmiére:

–No le escuches, ma petite chére…, es un bárbaro y no sabe hacerlo mejor –alargó la mano hacia la estropeada mejilla de la escultura, luego tocó con suavidad uno de sus mermados senos–. Me hago cargo de lo que sientes…, pero no va a durar mucho. Paciencia, querida.
Se volvió hacia Caxton y dijo secamente:
–Ben, no sé lo que se trae usted en mente, pero tendrá que esperar mientras le doy una lección acerca de cómo han de mirarse las esculturas… aunque es probable que resulte tan inútil como intentar enseñar a un perro a apreciar un violín. Pero ha sido grosero con una dama, y no estoy dispuesto a tolerarlo.
–¿Eh? No sea tonto, Jubal; usted sí es grosero con las damas… con las vivas, por lo menos una docena de veces al día. Y ya sabe a quiénes me refiero.
–¡Anne! –gritó Jubal–. ¡Sube! ¡Con la toga puesta!
–Sabe usted que yo nunca sería grosero con la vieja que sirvió de modelo para eso. Nunca. Lo que no puedo comprender es que un individuo que se hace llamar artista tenga la osadía de hacer posar desnuda a la bisabuela de alguien…, ni que usted tenga el mal gusto de querer tal esperpento en su casa.
Anne llegó con la toga puesta, no dijo nada. Jubal le preguntó:
–Anne, ¿he sido grosero alguna vez contigo? ¿O con alguna de las chicas?
–Eso es pedir una opinión.
–Eso es precisamente lo que te pido. Tu opinión. No estás ante el tribunal.
–Nunca ha sido usted grosero con ninguna de nosotras, Jubal.
–¿Recuerdas alguna ocasión en la que me haya portado intencionadamente de una forma grosera con alguna dama?
–Le he visto portarse intencionadamente grosero con una mujer. Pero nunca le he visto ser grosero con una dama.
–Eso es todo. No, una opinión más. ¿Qué piensas de este bronce?
Anne observó atentamente la obra maestra de Rodin, luego dijo despacio:
–Cuando lo vi por primera vez, pensé que era horrible. Pero he llegado a la conclusión de que puede que sea el objeto más hermoso que hayan visto mis ojos.
–Gracias, eso es todo –la muchacha se fue–. ¿Quiere que discutamos el asunto, Ben?
–¿Eh? Cuando discuto con Anne, el traje se me pone del revés… –Ben contempló la escultura–. Pero no acabo de captarlo.
–Está bien. Atiéndame. Cualquiera puede mirar a una chica guapa y ver una chica guapa. Pero un artista es capaz de mirar a una chica preciosa y ver en ella a la anciana en que llegará a convertirse. Y un artista mejor puede mirar a una vieja y ver la chica preciosa que fue en su juventud. Pero un gran artista, un maestro, y eso es lo que fue Auguste Rodin, puede mirar a una vieja, retratarla exactamente tal como es en aquel momento…, y obligar al que contemple su obra a ver en ella la jovencita preciosa que fue la anciana. Y más que eso: puede conseguir que cualquier persona con la sensibilidad de un armadillo, o incluso usted, vea que esa chica encantadora aún está viva, en absoluto vieja y fea, sino simplemente aprisionada dentro de ese cuerpo arruinado. El gran artista es capaz de hacerle sentir a uno la tranquila e infinita tragedia de una muchacha que nació para no envejecer en su corazón más allá de los dieciocho años…, al margen de lo que las despiadadas horas le hicieron a su cuerpo. Mírela, Ben. Envejecer no nos importa a usted o a mí; nunca nacimos para ser admirados…, pero a ella sí. ¡Contémplela!
Ben miró la escultura. Finalmente, Jubal dijo con voz hosca:
–Está bien, suénese la nariz y séquese los ojos…, ella acepta sus disculpas. Vamos a sentarnos. Ya es suficiente para una sola lección.
–No –respondió Caxton–. Quiero saber sobre esas otras. ¿Qué me dice de ésa de aquí? No me inquieta tanto; ya veo que es una muchacha. Pero, ¿por qué está retorcida como un ocho?
Jubal miró la copia de la Cariátide caída bajo el peso de su piedra y sonrió.

–Llámelo un tour de force en empatía, Ben. No espero que sea capaz de apreciar las formas y masas que hacen que esa figura sea mucho más que un «ocho»…, pero puede apreciar lo que Rodin está diciendo en ella. Ben, ¿qué extrae la gente del hecho de mirar un crucifijo?
–Ya sabe usted lo mucho que voy a la iglesia.
–«Lo poco», querrá decir. Sin embargo, tiene que saber que, como artesanía, las pinturas y esculturas de la Crucifixión son normalmente atroces… y las pinturas, las más realistas utilizadas a menudo en las iglesias, suelen ser las peores: la sangre chorrea como ketchup, y ese ex carpintero es reflejado como si fuese un afeminado…, lo cual no era así, si hay que creer lo que dicen los Evangelios. Jesús fue un hombre robusto, probablemente musculoso y con una buena salud. Pero, pese a las casi siempre lamentablemente torpes representaciones de la Crucifixión, para la mayoría de las personas una imagen deficiente es tan efectiva como otra buena. No ven los defectos; todo lo que ven es un símbolo que les inspira las más profundas emociones: les recuerda la Agonía y el Sacrificio de Dios.
–Jubal, creí que no era usted cristiano.
–¿Y qué tiene que ver con esto? ¿Acaso eso me deja ciego y sordo a la más fundamental emoción humana? Estoy diciendo que el crucifijo de yeso más torpemente pintado o la más barata postal del Nacimiento pueden ser un símbolo suficiente poderoso para evocar en el corazón del hombre emociones tan fuertes, que muchos han muerto por ellas y muchos más viven para ellas. Así que la habilidad artesanal y el juicio artístico con el que se juzga ese símbolo es irrelevante. Y aquí tenemos ahora otro símbolo emocional…, trabajado con un arte y una habilidad exquisitos.
»Ben, durante casi tres mil años, los arquitectos diseñaron edificios con columnas en forma de figuras femeninas. Se convirtió en una costumbre tan generalizada, que lo hacían de una forma tan indiferente como un niño pequeño pisa una hormiga. Después de todos esos siglos, fue necesario un Rodin para hacer ver que ése era un trabajo excesivamente pesado para una chica. Pero no se limitó a decir: «Mirad, estúpidos, si debéis diseñarlo así, al menos poned recias figuras de hombres». No, lo mostró…, y generalizó el símbolo. He aquí a esa pobre cariátide que lo ha intentado, y ha fracasado, derrumbada bajo el peso de su carga. Es una buena chica. Observe su cara. Seria, infeliz a causa de su fracaso, pero sin echarle la culpa a nadie, ni siquiera a los dioses…, y aún sigue esforzándose en sostener el peso, después de haberse derrumbado bajo él.
»Pero constituye algo más que buen arte denunciando un arte muy malo: es un símbolo para toda mujer que haya intentado alguna vez llevar sobre sus hombros una carga demasiado pesada, más de la mitad de la población femenina de este planeta, viva y muerta, calculo. Y no sólo mujeres: el símbolo es asexual. Se refiere a cada hombre y a cada mujer que haya vivido y se haya pasado la vida haciendo gala de fortaleza de ánimo, sin emitir queja alguna, y cuyo valor no ha sido jamás detectado hasta que se han derrumbado, vencidos por el peso de su carga. Es el valor, Ben, y la victoria.
–¿Victoria?
–Victoria en la derrota; no hay triunfo mayor. Ella no se da por vencida, Ben; sigue intentando alzar esa piedra, después de que la ha aplastado. Ella es un padre de familia yendo a su aburrido trabajo mientras el cáncer devora dolorosamente sus entrañas, a fin de poder llevar a casa un nuevo cheque de la paga para sus chicos. Es una niña de doce años tratando de cuidar a sus hermanitos pequeños porque mamá se ha ido al Cielo. Es la telefonista de una central que se mantiene en su puesto mientras el humo la asfixia y las llamas avanzan y le cortan la retirada. Es todos esos héroes desconocidos que no pueden hacer otra cosa, excepto no abandonar nunca. Vamos. Salude cuando pase por delante de ella y venga a ver mi Sirenita.
Ben obedeció al pie de la letra; si Jubal se sorprendió, no hizo comentario alguno.
–Ahora ésta –dijo–. Es la única que Mike no me regaló. Pero no hay necesidad de decirle a Mike por qué la adquirí…, aparte el hecho evidente de que es una de las más deliciosas composiciones que han sido concebidas y orgullosamente ejecutadas por los ojos y las manos del hombre.
–Es cierto, sí. No necesita explicación, al menos para mí… ¡Es preciosa!
–Sí. Y eso es una excusa en sí mismo, como ocurre con los gatitos y las mariposas. Pero hay en ella más que eso…, y me recuerda a Mike. No es del todo una sirena, ¿ve? Y no es del todo un ser humano. Está sentada en tierra firme, donde ha elegido estar…, y contempla eternamente el mar, llena de nostalgia y siempre solitaria por todo lo que ha dejado atrás. ¿Conoces la historia?
–Hans Christian Andersen.
–Sí.
Está sentada en el puerto de Kjeibenhavn, Copenhague era su ciudad natal…, y representa a todo aquel que alguna vez se ha enfrentado a una elección difícil. No lamenta su elección, pero tiene que pagar por ella; toda elección ha de pagarse. El precio de la suya no es sólo una nostalgia sin fin. Está condenada a no ser nunca humana del todo; cuando utiliza sus tiernamente adquiridos pies, cada paso es sobre cuchillos afilados. Ben, creo que Mike anda siempre sobre cuchillos, pero no es necesario que le diga que yo se lo he contado. No creo que él conozca la historia. Al menos, no creo que sepa que yo la relaciono con él.
–No se lo diré –Ben contempló la réplica–. Prefiero mirarla a ella y no pensar en los cuchillos.
–Es un pequeño encanto, ¿verdad? ¿No le gustaría llevársela a la cama? Probablemente sería tan sugestiva como una foca, y casi igual de escurridiza.
–¡Maldita sea! Es usted un viejo malvado, Jubal.
–Y cada año que pasa me siento más y más diabólico. Hum…, no miraremos a las demás; tres esculturas en una hora es más que suficiente. Por lo general, una por día es mi ración normal.
–Me parece bien. Tengo la impresión de haber bebido tres copas de más con el estómago vacío. Jubal, ¿por qué no tiene todo esto en un sitio donde la gente pueda verlo?
–Porque el mundo se ha vuelto excéntrico, y el arte contemporáneo siempre refleja el espíritu de su época. Rodin creó sus obras más importantes a finales del siglo XIX, y Hans Christian Andersen se le adelantó sólo por unos pocos años. Rodin murió a principios del siglo XX, justo cuando el mundo empezaba a levantar su tapadera…, y el arte con él.
»Los sucesores de Rodin se percataron de las cosas sorprendentes que él había hecho con luces y sombras y masas y composiciones, y copiaron esa parte. Lo que no consiguieron ver fue que el maestro contaba una historia y dejaba desnudo el corazón humano. En vez de ello, se dedicaron al «diseño», y se manifestaron desdeñosos hacia la pintura o escultura que contaba una historia. Con ánimo burlón, calificaron tales obras de «literarias», una palabra sucia. Se dedicaron a la búsqueda y creación de abstracciones, sin dignarse a pintar o tallar nada que tuviera la menor semejanza con el mundo humano.
Jubal se encogió de hombros.

* * *

Ahora, la invitación es para los siguientes blogueros:
Kix
El Padre Natas
Toncha
Héctor Coronado
Edgar
Eratóstenes Horamarcada

Ligas interesantes relacionadas con las explicaciones de Jubal Harshaw a Ben Caxton relativas a las esculturas de Rodin:
Sobre la Cariátide caída bajo el peso de la piedra
Otro sitio con información del libro citado.
Forastero_en_tierra_extraña en la Wikipedia en español
Comentarios sobre la opinión de Jubal Harshaw
Galería Rodin

Wednesday, May 02, 2007

DDC y la puerta de las estrellas

En su novela “Ubik”, Philip K. Dick describe un futuro en el que el desarrollo de las facultades paranormales avanza al mismo ritmo que la tecnología, haciendo posible que el espionaje industrial se lleve a cabo por medio de telepatía y que, dada esa amenaza a la seguridad de los particulares, sea necesario que existan compañías que brinden servicios de protección en contra de esos espías telépatas profesionales. Las luchas entre los agentes de espionaje industrial telepático y sus oponentes llegan a ser, por lo menos, mortales. Sin embargo la muerte no es algo tan relevante debido a que existe la tecnología para mantener viva la conciencia e incluso para poder comunicarse con la conciencia de seres que han perdido la vida tal y como la conocemos. Existe no obstante el problema de que la tecnología no puede mantener la conciencia activada indefinidamente, lo cual significa que la calidad de esa extraña forma de existencia se va degradando o retrocediendo progresivamente hasta llegar, posiblemente, a la inexistencia total. Pero para combatir ese retroceso, existe Ubik.

Lo que describo en el párrafo anterior es una novela de ciencia ficción. Cuando leí esa novela creí que eso sólo podía existir en la imaginación del autor. Sin embargo eso podría no ser completamente cierto. El pasado jueves por la noche vi un programa en TV Azteca que se llama “Difícil de creer”. El formato de ese programa es como el de una revista en el que se tratan varios temas impactantes, en cápsulas cortas y sin profundizar en ningún tema, mencionando únicamente los aspectos más interesantes.

Pues bien, en la edición del jueves 27 de Abril de 2007, este programa presentó una cláusula en la que dijo que el espionaje psíquico de hecho existe.

Mi afirmación del párrafo anterior no es del todo cierta. En realidad la cápsula sobre el espionaje psíquico no dice si éste es real o no. Únicamente informa sobre la existencia en los Estados Unidos de un programa subvencionado con fondos gubernamentales llamado Proyecto Stargate, cuyo objetivo final era la investigación acerca del espionaje psíquico, con el objetivo de utilizarlo contra los enemigos de ese país en el marco de la llamada guerra fría.

Hasta ahí, la cápsula cumple con su cometido de informar acerca de un tema poco conocido e interesante. Sin embargo el conductor del programa omite cualquier nota de escepticismo en su comentario. En ningún momento expresa la más mínima duda acerca de lo real en la posibilidad de que quienes afirmaron, en el marco de ese programa, tener facultades psíquicas, pudieron haber mentido. Menciona un par de aciertos, uno de los cuales consiste en la predicción de la caída del muro de Berlín con 18 meses de anticipación, sin mencionar cuantas fallas hubo por cada acierto; y concluye comentando que, aunque el programa ya no existe en los Estados Unidos, es posible que exista en secreto, además de que Corea del Sur está desarrollando un programa similar en estos momentos.

¿Cuál habría sido un enfoque escéptico apropiado?

Para empezar, el proyecto Stargate, el cual tiene otros nombres y fue auspiciado por varias agencias de inteligencia de los Estados Unidos, consistió en poner a prueba las facultades psíquicas de algunos individuos que afirmaban poseerlas, especialmente las referentes a la visión remota. Para lograrlo se establecieron protocolos para medir objetivamente dichas facultades, utilizando criterios objetivos. En un principio el programa utilizó criterios estrictos de evaluación, pero al parecer, con el tiempo esos criterios fueron más laxos. En 1995 la CIA contrató a una agencia independiente, el American Institutes for Research (AIR), para efectuar una evaluación de las investigaciones efectuadas hasta el momento. El AIR emitió un reporte que se puede encontrar en un sitio web francés relacionado con la parapsicología, lo cual resulta interesante dado que la conclusión del estudio indica lo siguiente (en referencia a las pruebas de visión remota):

1) Se demuestra que los aciertos en las pruebas de laboratorio son estadísticamente significativos, en el sentido de que estos ocurren con mayor frecuencia que lo esperado por casualidad.

2) No es claro si los efectos observados pueden ser atribuidos sin ambigüedad a las habilidades paranormales de los sujetos evaluados en relación con las características de quienes evalúan, del objetivo evaluado o alguna otra característica del método utilizado. El uso de visualizadores, evaluadores y fotografías de prueba repetidas, hace imposible identificar su efecto independiente.

3) La evidencia no es suficiente para demostrar que las causas de los aciertos sean debidas a la existencia de fenómenos paranormales, además de que las pruebas de laboratorio no identifican los orígenes o naturaleza del fenómeno de visión remota, en caso de que éste sea real.

Supongo que lo indicado en el inciso 1 es la razón por la que este reporte está en una página de parapsicología, pero el inciso 2 es claro en exponer que los resultados no son concluyentes debido a la forma en que se aplicó el método. Lo que sí es un hecho es que la CIA decidió oficialmente concluir el proyecto y el gasto con cargo al erario de su país.

Aunque, por supuesto, ya sabemos que cuando las agencias gubernamentales de Estados Unidos deciden cancelar proyectos es porque los van a continuar en secreto, fuera de las miradas indiscretas del público, ya que de seguro encontraron algo y quieren evitar que esa información caiga en manos de los enemigos de la libertad. De la misma manera que también sabemos que Colón descubrió que la tierra era redonda y que la teoría de la evolución intenta promover una falsa visión atea del universo.

Y, a fin de cuentas ¿Por qué tendría un programa de televisión abierta que es sólo de entretenimiento exponer los temas adoptando una visión crítica?

Pues (aparte de porque los escépticos somos unos ociosos a los que no nos gusta dejar en paz a nadie) porque la televisión abierta es lo que la mayor parte de nuestra población ve para entretenerse e informarse y porque cuando la información se presenta a medias se está propiciando una visión parcial de los hechos que sólo muestra lo impactante y omite lo importante.