Monday, June 19, 2006

Pequeños hombrecitos verdes

Un tema de conversación común entre los jóvenes (y entre algunos no tan jóvenes) es el de la visita de extraterrestres a nuestro planeta. Siempre que se habla de este tema, cuando hay el suficiente número de personas y el suficiente ocio en ellas, surge por lo menos un incómodo escéptico que, como todos los aguafiestas, se resiste a participar del entusiasmo general. La única forma de librarse del escéptico es hablando del tema en una reunión del club de admiradores de Billy Meyers o eventos por el estilo.

En México, la difusión de ideas acerca de la posibilidad de estar siendo visitados por extraterrestres es liderada por Jaime Maussan. Antes de Maussan el entusiasmo por el fenómeno ovni tenía en Pedro Ferriz Santacruz un fuerte exponente. Sin embargo las afirmaciones de Maussan son bastante más categóricas que las de Ferriz Santacruz. Es notorio que el conocimiento sobre temas científicos en nuestro país ha progresado significativamente.

Algunos de los argumentos de los entusiastas defensores del fenómeno ovni, son los siguientes:

-¿Crees que en un universo tan grande somos los únicos seres inteligentes?
-Tienes que aceptar que ocurren cosas que no tienen explicación
-Yo en una ocasión vi luces en el cielo que por su forma de comportarse no podían ser aviones, helicópteros ni satélites artificiales
-Eso que ví no tenía ninguna explicación
-Creer que somos los únicos habitantes inteligentes del universo es ser demasiado soberbios
-Tienen que existir civilizaciones más desarrolladas que la nuestra
-Varios soldados vieron que llegó una nave espacial
-¿Quién esculpió la cara en la superficie de Marte?

El escéptico tiene normalmente la difícil tarea del no creyente para explicar su punto de vista recurriendo sólo al razonamiento y la falta de pruebas. La creencia en seres sobrenaturales explica muchísimas cosas, en tanto que la no creencia deja prácticamente todo sin explicar. La ausencia de evidencia no implica por fuerza la falsedad de una afirmación.

Para decirlo en palabras mas sencillas tomemos el siguiente ejemplo: me dicen que los habitantes de las pléyades, seres tecnológica y socialmente mas avanzados que nosotros, nos visitan en forma regular, yo argumento que eso no es posible, ya que estas estrellas se encuentran a 450 años luz de la tierra, y por lo tanto un viaje a la velocidad de la luz sería completamente impráctico. Mi amigo creyente me responde que ellos han diseñado naves que pueden cubrir esas distancias en unos cuantos días, a lo que yo respondo que alcanzar o sobrepasar la velocidad de la luz no es posible de acuerdo con la física relativista, y el me indica que nuestros conocimientos de física son muy primitivos en comparación con la de nuestros visitantes. En este punto mi argumento llega a un punto muerto, ya que una supuesta tecnología súper desarrollada puede salvar cualquier objeción escéptica. Es un caso similar al que se presenta cuando un creyente dice la frase “Nada es imposible para Dios”

Siempre queda el recurso de preguntar: si los extraterrestres invirtieron tiempo y recursos y se tomaron la molestia de viajar hasta aquí ¿Por qué insisten en mantenerse ocultos al grueso de la población de nuestro planeta? Esta pregunta destapa la caja de Pandora de la imaginación de los creyentes en ovnis, y las respuestas son tan variadas como ilustrativas:

-Existe un complot entre los gobiernos de los países desarrollados para mantener oculta la verdad
-Los extraterrestres no quieren que el pánico cunda entre nosotros
-Nos están estudiando
-Ellos saben que no estamos preparados para el conocimiento de su existencia ni de su ciencia
-Ellos tienen un plan que nosotros no entenderíamos ni aunque nos explicaran

Como se puede ver, estos argumentos no son muy diferentes del “son misteriosos los caminos del señor” que utilizan los teístas.

¿No es mucho más sencillo pensar que si la presencia extraterrestre en nuestro planeta permanece oculta y las evidencias son débiles (por decirlo de una manera amable) lo mas probable es que no nos haya visitado ningún extraterrestre?

En realidad no, la teoría del complot es mucho más divertida y hace mucho más interesante nuestra vida. Lo complicado es lo más sencillo.

Por otro lado, el escéptico tiene que dejar claro que al negarse a aceptar los argumentos del creyente como concluyentes, no está negando la posibilidad de aquello que se le plantea. El hecho de que acepte que puede existir vida inteligente en el universo fuera de nuestro planeta no me obliga a aceptar que la detección de radiación en un barrio de la capital yucateca se debe a la visita de una nave extraterrestre.

Decir que el universo es demasiado grande como para creer que sólo existe para nosotros es un lugar común que encierra una trampa teleológica muy fácil de detectar siempre que se considere que las causas deben preceder a los efectos. Para un teísta esto, que parece de sentido común, no es siempre cierto, ya que si existe un creador del universo, los hechos observados no necesariamente obedecen a una causa, sino que en ocasiones pueden obedecer a una intención: el universo es enorme porque fue creado así para que existiera espacio suficiente para que se desarrollen numerosas especies de seres inteligentes.


Obscenamente obvio.